Un equipo que te acompaña en cada paso
Tras el diagnóstico, no estarás solo. Un equipo multidisciplinar, formado por oncólogos, radioterapeutas, enfermeras especializadas, dietistas, farmacéuticos y psicólogos, trabajará contigo para reducir los efectos secundarios del tratamiento y ayudarte a sentirte mejor.
Algunos de los cuidados y tratamientos más habituales incluyen:
- Medicación y ejercicios para mejorar la frecuencia urinaria.
- Analgésicos para aliviar el dolor.
- Consejos de alimentación y actividad física para mejorar el tránsito intestinal.
- Estrategias para mantener la memoria y la concentración.
- Suplementos de calcio y vitamina D para cuidar los huesos.
- Recomendaciones para aliviar molestias en los nervios y mejorar el descanso nocturno.
Alimentación y hábitos saludables
Lo que comes influye en cómo te sientes. Para cuidar tu cuerpo y ayudar a controlar la enfermedad, puedes seguir estas recomendaciones:
- Comer más frutas, verduras y fibra (cereales integrales, legumbres).
- Incluir vegetales crudos y legumbres varias veces a la semana.
- Reducir las carnes rojas y evitar las procesadas.
- Elegir grasas saludables, como el aceite de oliva y los frutos secos.
- Disminuir el consumo de sal, azúcar y alcohol.
- Beber suficiente agua a lo largo del día.
- Cocinar a bajas temperaturas y evitar frituras o ahumados.
Muévete para sentirte mejor
El ejercicio ayuda a mejorar el estado de ánimo, la movilidad y a reducir los efectos secundarios del tratamiento. No es necesario hacer deporte de alta intensidad, basta con evitar el sedentarismo y realizar actividades adaptadas a tu condición física. Caminar, estiramientos o ejercicios suaves pueden marcar la diferencia.
Claves para dormir bien
Descansar bien es fundamental para mantener la energía y el bienestar. Para mejorar la calidad del sueño, prueba estos consejos:
- Mantén horarios regulares para acostarte y despertarte.
- Evita siestas muy largas si te cuesta dormir por la noche.
- Dedica tiempo a actividades relajantes antes de acostarte.
- Asegura un ambiente adecuado: sin ruido, con poca luz y a una temperatura confortable.
- Limita el consumo de cafeína, alcohol y comidas pesadas antes
Sexualidad y bienestar emocional
Los tratamientos para el cáncer de próstata pueden afectar la vida sexual. Es normal que surjan cambios en la función eréctil o en el deseo sexual, lo que puede influir en la autoestima y en la relación de pareja. Hablar con el equipo médico sobre opciones y estrategias puede ayudar a mantener una vida íntima satisfactoria.
Viajar y disfrutar del día a día
Tener cáncer de próstata no significa renunciar a viajar o hacer planes. Con una buena planificación, llevando la medicación recetada y considerando aspectos como la duración del trayecto o la accesibilidad a servicios sanitarios, es posible disfrutar de nuevas experiencias con tranquilidad.
Apoyo emocional: no estás solo
Recibir un diagnóstico de cáncer puede generar ansiedad, miedo o tristeza. Contar con apoyo psicológico y mantener el diálogo con familiares, amigos y el equipo médico puede hacer que este proceso sea más llevadero. Además, unirse a grupos de apoyo permite compartir experiencias y reducir la sensación de aislamiento.
Vivir con cáncer de próstata presenta desafíos, pero también la oportunidad de adoptar hábitos que mejoren tu bienestar. Gracias a los avances médicos y al acompañamiento de profesionales, es posible mantener una vida activa y plena.
Cuidar la alimentación, moverse, descansar bien y buscar apoyo emocional son claves para afrontar el día a día con optimismo.