La diabetes es una epidemia creciente con una elevada tasa de complicaciones. 415 millones de adultos vive con diabetes en el mundo y 642 millones padecerán diabetes en 20401.
Las complicaciones oculares de la diabetes se deben evitar con la detección precoz y el tratamiento adecuado.
1 de cada 3 personas con diabetes presentan retinopatía diabética3. El diagnóstico precoz y el manejo de la diabetes pueden ayudar a prevenir complicaciones dañinas y costosas3.
Las complicaciones asociadas a la diabetes
La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce para regular el azúcar en sangre. El efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia, que con el tiempo daña gravemente muchos órganos y sistemas, especialmente el sistema nervioso y los vasos sanguíneos4. Por eso, la mejora en el control de la glucosa reduce el riesgo de las complicaciones5. Una reducción del 1% de la HbA1c supone una disminución del riesgo de complicaciones microvasculares8
De sus dos variantes, la diabetes tipo 2 supone en torno al 90% del total de los casos de esta enfermedad4, cuyo llamativo aumento en los últimos años se debe principalmente a los cambios de estilo de vida, cada vez más sedentario y a una dieta que favorece el aumento de peso4. Actualmente, el 50% de las personas que sufren este tipo de diabetes tiene complicaciones microvasculares como la retinopatía, la nefropatía o la neuropatía periférica o padecen alguna enfermedad cardiovascular, considerada la primera causa de muerte en personas con diabetes3.
>90%
de la pérdida de visión de puede evitar con la detección precoz y el tratamiento adecuado
Una de las comorbilidades con mayor impacto a nivel global es la retinopatía diabética, que afecta a uno de cada tres enfermos6.
En el caso de España, la prevalencia de retinopatía diabética oscila entre el 20,9% y el 26,1% de los pacientes7, valor que pone de manifiesto la mejor posición de nuestro país en con respecto al resto del mundo. Estas diferencias se deben al uso de nuevos avances técnicos que posibilitan el diagnóstico precoz y el seguimiento inmediato de la evolución y que permitirán disminuir la gravedad e incidencia de la retinopatía diabética.7
Estos datos justifican la recomendación por parte de la IDF de realizar exámenes oculares regulares a todas las personas con diabetes, bien en el momento del diagnóstico en caso de padecer diabetes Tipo 2, o bien dentro de los primeros cinco años desde que se diagnosticó diabetes Tipo 18. A este respecto, conviene destacar que la pronta detección y el tratamiento adecuado podrían evitar la pérdida de más del 90% de la visión9,10.
El cuidadoso manejo de la diabetes y el cribado para la enfermedad ocular diabética pueden ayudar a prevenir la alteración visual y la ceguera4