Dic 10, 2025

Los riñones trabajan silenciosamente todos los días: filtran la sangre, eliminan toxinas, regulan la presión arterial y equilibran líquidos y minerales. Cuando su función renal cambia, el cuerpo suele enviar señales. Algunas son muy sutiles y aparecen en etapas iniciales; otras se vuelven más evidentes si el problema persiste o avanza.

Muchas personas no presentan síntomas hasta etapas avanzadas, por eso es importante realizar chequeos periódicos y estar atentos a posibles señales de daño renal.

La identificación temprana de síntomas renales ayuda a detectar cambios en la función renal y consultar a tiempo.

Este artículo te acompaña a identificar síntomas de enfermedad renal, entender qué pueden implicar y saber cuándo es un buen momento para consultar.

Señales tempranas de enfermedad renal

No todas las personas presentan síntomas en las etapas iniciales. En general, cuando surgen, suelen ser cambios sutiles y fáciles de confundir con otras causas. Identificarlos a tiempo puede ayudar a decidir cuándo consultar.

1. Cambios en la orina: una de las primeras señales del riñón

La orina es uno de los primeros indicadores de la salud renal. Presta atención si notas:

  • Orina espumosa de forma persistente, que puede reflejar proteinuria.
  • Color oscuro o rojizo.
  • Sangre visible en la orina, algo posible en el debut de una nefropatía por IgA.
  • Cambios en la cantidad de orina: mucho menos o más de lo habitual.
  • Aumento de la frecuencia nocturna (nicturia).

2. Hinchazón leve en pies, tobillos o párpados (retención de líquidos)

Cuando la función renal comienza a disminuir, puede aparecer retención de líquidos. La hinchazón suele ser leve al inicio y pasar desapercibida, pero es una señal importante. Cuando los riñones no eliminan bien el exceso de líquido, este se acumula y puede provocar hinchazón en piernas, tobillos, pies, cara o manos.

3. Cansancio que no tiene explicación

Los riñones sanos producen eritropoyetina (EPO), una hormona que estimula la formación de glóbulos rojos, encargados de llevar oxígeno a todo el cuerpo. Si la función renal disminuye, también baja la producción de EPO haciendo que bajen los glóbulos rojos. Con menos oxígeno disponible, aparece anemia, y tanto los músculos como el cerebro se cansan con mucha facilidad.

Además, la acumulación de toxinas en sangre (uremia) también puede generar cansancio y dificultad para concentrarse incluso sin anemia.

4. Presión arterial más alta de lo usual

Los riñones están directamente relacionados con la regulación de la presión arterial. Si la presión se eleva sin una causa evidente y se mantiene así, puede ser una señal temprana de que la función renal está cambiando.

Una hipertensión difícil de controlar con medicación también puede ser una pista importante de daño renal silencioso.

Síntomas que pueden indicar un problema renal más persistente

Si el problema renal lleva tiempo progresando, pueden aparecer síntomas más notorios relacionados con una disminución sostenida de la función renal.

  • Hinchazón más marcada en pies, piernas, manos o rostro.
  • Cambios persistentes en la orina (espuma constante, disminución marcada de volumen).
  • Picazón en la piel sin causa aparente.
  • Pérdida de apetito, náuseas o sabor metálico.
  • Calambres musculares, especialmente por la noche.
  • Cansancio intenso o dificultad para concentrarse.

Estos síntomas suelen asociarse con una disminución progresiva de la función renal y merecen evaluación médica.

Síntomas que pueden confundirse con otras causas

Muchos síntomas y signos renales se parecen a los de otros problemas comunes, lo que puede dificultar su identificación temprana:

  • Dolor lumbar que parece muscular (aunque no es característico de enfermedad renal crónica puede estar presente en situaciones agudas).
  • Hinchazón atribuida a mala circulación.
  • Cansancio relacionado con estrés.
  • Piel seca o picazón que parece alergia.
  • Cambios en la orina que se relacionan solo con hidratación.

La clave no es asumir un diagnóstico, sino observar si los síntomas se repiten, cambian o aparecen en conjunto, y pedir una evaluación médica si persisten.

Factores de riesgo que aumentan la posibilidad de enfermedad renal:

  • Diabetes (tipo 1 y 2)
  • Hipertensión arterial
  • Enfermedades cardiovasculares
  • Obesidad
  • Historia familiar de enfermedad renal crónica
  • Uso prolongado de antiinflamatorios (como ibuprofeno, diclofenaco)
  • Tabaquismo

Estos factores aumentan la probabilidad de cambios en la función renal con el tiempo, por lo que es recomendable realizar controles periódicos si están presentes.

Cuándo consultar por síntomas renales

Es recomendable pedir un control si notas alguno de estos cambios:

  • Orina espumosa, sangre en la orina o cambios que duran varios días.
  • Hinchazón en pies o piernas, aunque sea leve.
  • Presión arterial está más alta que antes.
  • Fatiga persistente sin explicación clara.
  • Antecedentes personales o familiares de problemas renales

Un análisis de sangre y de orina pueden aclarar rápidamente si tus riñones están funcionando bien. Un simple análisis de sangre puede estimar tu filtrado glomerular (eGFR), que es la medida principal de función renal.

Preguntas frecuentes sobre síntomas renales

¿Cómo saber si un dolor es de riñones o muscular?

El dolor muscular cambia con el movimiento y al tocar la zona. El dolor renal es más profundo, constante y se ubica a los costados de la espalda baja. De todos modos, el dolor no suele ser un síntoma temprano de enfermedad renal crónica, sino más frecuente en infecciones, cálculos renales u obstrucciones.

¿El cansancio puede ser un síntoma de enfermedad renal?

Sí. Tanto en etapas tempranas como avanzadas, la disminución de la filtración o la anemia asociada pueden generar fatiga persistente. También la acumulación de toxinas en sangre (uremia) puede afectar tu energía y concentración.

¿Cuándo preocuparme por cambios en la orina?

Si la orina es espumosa de forma persistente, tiene sangre, cambia de color repetidamente o si orinás mucho menos de lo habitual, conviene consultar.

Estas preguntas frecuentes pueden orientar sobre señales tempranas, pero siempre es recomendable pedir un control si los síntomas persisten o aparecen junto con cambios en la función renal.

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Referencias

1. McCance KL, Huether SE. Chronic Kidney Disease. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2024 Jan–. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK535404/ 
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3.    Wyatt RJ, Julian BA. IgA Nephropathy. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2024 Jan–. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK538214/ 
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5.    Mayo Clinic Staff. Chronic Kidney Disease – Symptoms and Causes. Mayo Clinic; 2023. Disponible en: https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/chronic-kidney-disease/symptoms-causes/syc-20354521 
 

FA-11572631 |  Diciembre 2025