Leucemia mieloide crónica: un cáncer silencioso

• Es un tipo poco común de cáncer de la médula ósea, que provoca un aumento de glóbulos blancos en la sangre.¹
• El 22 de setiembre es el día mundial de la leucemia mieloide crónica en una alusión a las alteraciones de los cromosomas 22 y 9.

Costa Rica, agosto 2025 – En Costa Rica se estima que cada año se diagnostican 372 nuevos casos de leucemia². De esa cifra, entre 15 y 20% corresponde a pacientes con leucemia mieloide crónica (LMC)³; la cual requiere una atención especializada debido a su evolución silenciosa. Se estima que cerca de la mitad de los pacientes con LMC no presentan síntomas hasta el momento de su diagnóstico, generalmente identificado durante análisis de sangre rutinarios. En el 50% restante, los síntomas suelen consistir en molestias abdominales derivadas del aumento del tamaño del bazo, astenia y fatiga, entre otros¹.

La LMC es un cáncer que se origina cuando hay cambios en las células de la médula ósea que generan un crecimiento descontrolado que permite que se produzcan demasiados glóbulos blancos. (La médula ósea es el tejido esponjoso en el interior de los huesos donde se producen las células sanguíneas).

¿Por qué sucede esto? El ser humano tiene 23 pares de cromosomas. En las personas con LMC, los cromosomas intercambian secciones entre sí. Una sección del cromosoma 9 cambia de lugar con una sección del cromosoma 22. Esto crea un cromosoma 22 más corto y un cromosoma 9 más largo de lo normal. El cromosoma 22 corto se llama cromosoma Filadelfia (Ph). Recibe su nombre de la ciudad donde se descubrió. El cromosoma Filadelfia está presente en las células sanguíneas del 90% de las personas con leucemia mieloide crónica.

Por otra parte, los genes del cromosoma 9 se combinan con los del cromosoma 22 para crear un nuevo gen llamado BCR-ABL. El gen BCR-ABL les ordena a las células sanguíneas que produzcan una cantidad excesiva de una proteína llamada tirosina cinasa. La tirosina cinasa promueve el cáncer al permitir que ciertas células sanguíneas crezcan fuera de control¹. Son los cromosomas implicados los que dan origen a la conmemoración del día de la LMC el 22 de septiembre (22/09).

En Costa Rica, la Asociación de Pacientes con Leucemia y Mieloma, AGALEMO, representa la voz de las personas diagnosticadas con enfermedades onco-hematológicas en busca de respuestas y atención a su enfermedad. “Nuestro objetivo es acompañar a los pacientes y familias en el proceso que enfrentan, creemos en la educación de los pacientes para empoderarlos y que puedan tener un papel mucho más activo sobre su enfermedad y las decisiones alrededor de ellas. Con el diagnóstico suelen venir muchas dudas, con las que podemos apoyarles y más adelante guiarlos si así lo necesitan”, aseguró su presidenta, quien ha además ha sido paciente por más de 20 años, Silvia Díaz.

Uno de los desafíos más importantes del diagnóstico es que este tipo de leucemia generalmente no provoca síntomas y suele detectarse durante un análisis rutinario de sangre de los que se recomiendan realizar una vez al año en personas sanas. En los pocos casos en los que sí presenta síntomas, estos pueden incluir¹:

• Dolor de huesos
• Sangrado fácil
• Sensación de saciedad de después de comer una pequeña cantidad de comida
• Cansancio
• Fiebre
• Pérdida de peso involuntaria
• Pérdida de apetito
• Dolor o sensación de presión debajo de las costillas en el lado izquierdo
• Sudoración excesiva durante el sueño
• Visión borrosa debido a sangrado en la parte posterior del ojo

Para lograr el diagnóstico definitivo, una vez hallada una alteración en el análisis de sangre, el médico hematólogo realiza un estudio de médula ósea en el que se incluye una prueba genética para confirmar la presencia del cromosoma Ph4.

Camino después del diagnóstico

Una vez confirmado el diagnóstico, es importante discutir con el médico tratante las opciones de tratamiento, las cuales dependerán de la fase de la enfermedad (crónica, acelerada o blástica) y de otros factores como la edad y el pronóstico de la enfermedad⁵.

En las últimas décadas, el manejo de la LMC ha mejorado significativamente, lo que ha permitido que los pacientes con LMC tengan una esperanza de vida similar a la de la población en general. Un aporte significativo de la ciencia son las terapias dirigidas que bloquean la actividad de proteínas específicas relacionadas con la proliferación de las células leucémicas. Las nuevas terapias brindan una nueva oportunidad de abordaje para los pacientes que presentan una respuesta inadecuada o una baja tolerabilidad después del tratamiento con dos inhibidores de tirosina cinasa (ITKs). ^6,7

“Novartis ha acompañado a los médicos y pacientes en la atención de la leucemia crónica mediante el impulso de la ciencia y el desarrollo de nuevas alternativas terapéuticas, logrando grandes avances a lo largo de las últimas casi dos décadas. Durante este periodo, Novartis ha continuado investigando con el propósito de dar respuesta a necesidades no cubiertas y hoy nos complace poder ofrecer a los pacientes con LMC que experimentan una baja tolerabilidad a los fármacos actuales, un tratamiento con un mecanismo de acción distinto, que tiene además un perfil de eficacia mejorada y seguridad”, aseguró la Gerente Médica para (Andes, Centroamérica y Caribe) Dra. Jeanine Obage”.